lunes, 28 de mayo de 2012

"Atrapada" - Adictos a la Escritura Mayo


Hola a todos!!! Como les va? Lamento no haber podido actualizar la novela en tanto tiempo. Se que no es la primera vez que tengo que disculparme por ello y realmente lo lamento, estoy tratando de ponerme con un par de capítulos antes de seguir publicando para no seguir atrasando por mucho tiempo mas con las publicaciones.
En esta ocasión les traigo un relato propuesto por el grupo Adictos a la Escritura al que me he asociado y dicho proyecto se titula Doble imagen. Consiste en crear un relato en base a una imagen que comparto con Sarai del blog La Nota Blanca



La oscuridad se ciñe sobre mí.
El temor me mantiene prisionera en esta horrible casa abandonada.
Una voz en mi cabeza intenta guiarme a una salida, pero no logro moverme. Me siento perdida y sin aliento, como encadenada al suelo bajo mis pies. Pero debo huir, avanzar. Escapar de esta prisión, pero mis pies se quedan quietos.
Siento el aire frío a mis espaldas, la presencia de un ser sin vida acercándose lentamente. Mi cuerpo se queda totalmente inmóvil, petrificado, como si el ente allí presente controlara la voluntad de mi cuerpo. El aire a mi alrededor se enfría anunciando su cercanía. 
Se oye un sonido de pesadas cadenas siendo arrastradas, perezosa y lentamente.
Lucho por moverme, pero mis intentos son inútiles, siento su proximidad y me siento desesperada. Mi corazón parece vibrar en mi pecho, como si quisiera escaparse de mí, mi respiración se agita y pienso que en cualquier momento sufriré un ataque. Intento pensar en como salir de allí, pero no se me ocurre cómo, mi mente esta bloqueada.
Es entonces cuando siento su aliento en mi oído, sus helados dedos en mis hombros y siento un fuerte deseo de llorar y gritar.
"Por el amor de Dios, aléjate de mi" pienso en mis adentros. Como si el ente hubiera oído mis pensamientos, siento los fríos dedos esfumarse y su aliento desvanecerse.
De repente siento que mi cuerpo puede volver a moverse, sin dudarlo un segundo echo a correr a la puerta desesperadamente, sin mirar atrás. Cruzo el umbral hacia el exterior y al hacerlo un horroroso estruendo y un enfurecido grito llegan a mis oídos desde la casa que abandono a mis espaldas.
Nunca debí haber ido allí, y mucho menos sola. La próxima vez que me adviertan de otra casa con fama de estar encantada, no me atreveré a aventurarme para probar lo contrario. Si ahora estoy fuera fue sin duda Gracias a Dios.

¿Que les pareció el relato? ¿Les gustó? ¿Debería cambiarle algo?